Adoro viajar, siempre lo he hecho mucho, pero llevaba una temporada en la que me había resultado imposible, y por fin este año lo he retomado. Las veces anteriores ya sabía cómo organizarme la alimentación, sin embargo, ahora cuento con ciertas recomendaciones médicas que cumplir y también, la oferta de productos aptos ha aumentado, por lo que ha sido un poco diferente a veces anteriores y por eso quiero contártelo.
Sobra decir que descartar un viaje sólo por tener intolerancias, histamina, sobrecrecimiento bacteriano u otros diagnósticos similares, es una verdadera pena, porque sabiendo gestionarlo no hay razón para no salir de casa.
Si eres una de esas personas que adora viajar, aquí tienes mis imprescindibles:
- Arándanos: un bote bien protegido va conmigo en la maleta de mano a cualquier destino, nunca sabes si vas a encontrar allí y si es así, tampoco sobran.
- Pechuga de pavo apta: si a mitad de mañana me entra hambre, si no encuentro un restaurante cercano donde comer/cenar (me ha pasado pocas veces)… es perfecta para tener opción de un sándwich.
- Pan de molde apto: de la mano de la pechuga, siempre puedes recurrir a ello por si pasa cualquier cosa.
- Picoteo entre horas: yo soy más de salado que de dulce, así que un paquete de pipas de girasol peladas o una bolsa de chips de yuca suelen ser mis fieles compañeras, pero también puedes llevar un paquete de galletas.
- Suplementos: se vienen conmigo en formato pequeño. Tengo algún bote/cajita que relleno para los viajes y así es más cómodo meterlo en la maleta, suelo llevar un poco más de la cantidad que calculo para los días que estoy fuera (Glutamina, Daofood…). Y junto con ellos, el informe médico en el que se indique que los tengo que tomar.
Estas 5 cosas sirven tanto si vas a un hotel (porque lo puedes guardar en la neverita) como si vas a un apartamento (donde además, puedes cocinarte). En este último caso añadiría:
- Tupper vacío y cubiertos reutilizables: así, lo que cocino por la noche para el día siguiente, me lo puedo llevar si a la hora de la comida estoy fuera, que es lo más probable.
Y por supuesto, para disfrutar de comer fuera, siempre hago una búsqueda de restaurantes sin gluten y, una vez allí, pido ajustes para mis intolerancias. Suele ser más fácil así, aunque también puedes pedir esos ajustes en otros restaurantes que no sean sin gluten.
Espero que te sirvan mis recomendaciones y, ya sabes, si necesitas aprender a gestionar este tipo de situaciones, con el plan Acompañamiento total te puedo ayudar, tendrás a toda mi comunidad para apoyarte también y una lista de restaurantes donde comer tranquila por todo el territorio nacional.
Me parece muy interesante y práctico.
Gracias Francisca, me alegro, ésa era la idea 🙂